Al hablar de la salud pública existen dos conceptos que pueden relacionarse y al mismo tiempo confundirse: sanidad e higiene. Son términos que también suelen ser escuchados en la casa, escuela o trabajo. Sin embargo, cada uno tiene su definición y campo de aplicación, a continuación te explicamos sus diferencias:
Son las prácticas que realiza un individuo percibidas como el camino hacia una vida saludable o a la buena salud, también se puede referir a la parte de la medicina que se dedica a la conservación de la salud y a los métodos para prevenir enfermedades. Un ejemplo de esto son las normas de higiene que deben seguir y aplicar en sus recintos laborales los trabajadores de una empresa de alimentos, como lavarse cuidadosamente las manos y uñas antes de cualquier proceso, usar guante de goma (si es posible) y utilizar un delantal limpio, malla y mascarilla para evitar la contaminación por microbios. De igual manera, la higiene hace referencia a los métodos que utilizamos para mantenernos limpios y saludables de forma personal, como lavarnos las manos antes de comer, lavarnos los dientes y desinfectar las frutas y verduras; acciones abarcan el concepto de «higiene personal».
Es el conjunto de servicios y acciones que tiene un país o región para cuidar y mejorar la salud de sus habitantes. La sanidad engloba todas las instituciones federales y estatales encargadas de proveer servicios que satisfagan las necesidades de prevención, diagnóstico, tratamiento y recuperación de las personas y, en el caso del sector agropecuario, también de los animales y cultivos.
Cabe destacar que, en algunos lugares del mundo, a la sanidad que provee el estado también se le suma una sanidad privada, porque la propiedad de los servicios sanitarios se encuentra en manos de las empresas privadas.