El suministro de alimentos en los Estados Unidos se encuentra entre los más seguros del mundo, gracias a la vigilancia y controles que implementa la FDA (Food and Drug Administration), que es la agencia gubernamental de los Estados Unidos responsable de la regulación de alimentos, medicamentos, cosméticos, aparatos médicos, productos biológicos y derivados sanguíneos.
Las intoxicaciones por alimentos representan la causa de 1 de cada 6 enfermedades en los Estados Unidos, que cada año resultan en aproximadamente 128,000 hospitalizaciones y 3,000 muertes, según reporta el gobierno federal de este país.
Detectar una enfermedad causada por un alimento contaminado es relativamente sencillo, ya que presenta síntomas específicos: el consumo de bacterias peligrosas transmitidas por los alimentos generalmente causará efectos entre 1 y 3 días después de ingerirlos, sin embargo, también puede ocurrir dentro de los primeros 20 minutos o hasta 6 semanas después. Los síntomas de enfermedades transmitidas por los alimentos pueden incluir vómitos, diarrea y dolor abdominal, y síntomas similares a los de la gripe, como fiebre, dolor de cabeza y dolor de cuerpo.
Aunque generalmente los pacientes que padecen enfermedades por alimentos con bacterias se recuperan pronto y sin mayores complicaciones, existe el riesgo de desarrollar problemas crónicos si no se tratan a tiempo y con la debida atención. Algunos pacientes son más propensos a desarrollar complicaciones si ingieren alimentos contaminados, como: mujeres embarazadas, niños pequeños, adultos mayores y personas con sistemas inmunes debilitados (como pacientes con trasplantes y personas con VIH/SIDA, cáncer o diabetes).
Para prevenir las enfermedades causadas por alimentos contaminados la FDA ha publicado en su página oficial 4 claves esenciales para su buen manejo. Sigue estas recomendaciones, tanto en casa, como en un establecimiento donde se manipulen alimentos para el consumo del público:
Lava bien manos y superficies:
Es muy importante lavarse muy bien las manos con agua tibia y jabón durante al menos 20 segundos antes y después de manipular alimentos y después de usar el baño, cambiar pañales o tocar mascotas. Así como desinfectar tablas para cortar, platos y utensilios de cocina con agua caliente y jabón después de preparar cada comida. Considera usar toallas de papel para limpiar las superficies de la cocina, si se usan toallas de tela, se deben lavar a menudo en el ciclo caliente. Otra recomendación es enjuagar las frutas y verduras frescas bajo el chorro de agua, incluso aquellas con pieles y cáscaras que no se comen. Además de recordar que los productos enlatados pueden estar contaminados desde su almacenamiento, recuerda limpiar las tapas antes de abrirlas.
Separa las carnes crudas de otros alimentos
Las carnes crudas, así como las aves de corral, mariscos y huevos contienen grandes cantidades de bacterias, por lo que se deben separar de otros alimentos en su carrito de compras, bolsas de supermercado y refrigerador. También se debe aplicar esta medida con las tablas de cortar para productos frescos y carne cruda, aves y mariscos. Nunca coloques alimentos cocinados en un plato que anteriormente contenía carne cruda, aves, mariscos o huevos, a menos que el plato haya sido lavado con agua caliente y jabón.
Cocina a la temperatura adecuada
Aunque por costumbre midamos si los alimentos están cocidos observando su color y textura, este es un indicador poco confiable. El uso de un termómetro de alimentos es la única manera de garantizar la seguridad de la carne, aves de corral, mariscos y productos de huevo para todos los métodos de cocción. Y al cocinar en un horno de microondas, cubre los alimentos, revuelve y rota para una cocción pareja. Si no hay plato giratorio, rota el plato a mano una o dos veces durante la cocción. Siempre permite el tiempo de reposo, que completa la cocción, antes de verificar la temperatura interna con un termómetro para alimentos.
Refrigera los alimentos rápidamente
Una correcta refrigeración asegurará que nuestros alimentos se conservan adecuadamente y no desarrollan hongos ni permiten el crecimiento de bacterias. Usa un termómetro para electrodomésticos para asegurarte de que la temperatura de su refrigerador sea constante de 40 °F o menos y la temperatura del congelador sea de 0 °F o menos. Refrigera o congela carnes, aves, huevos, mariscos y otros productos perecederos dentro de las 2 horas posteriores a la cocción o compra. Nunca descongeles los alimentos a temperatura ambiente. Para esto se recomiendan tres maneras seguras de descongelar los alimentos:
(Los alimentos descongelados en agua fría o en el microondas deben cocinarse inmediatamente).
Con las recomendaciones de la FDA será más sencillo mantener inocuos los alimentos antes de consumirlos. Es importante resaltar que estos cuidados nos son solo para los establecimientos que manejan grandes cantidades de comida al día, si no que desde casa debemos llevar estas buenas prácticas para protegernos a nosotros mismos y a nuestra familia de contraer infecciones por el consumo de alimentos contaminados.