El constante cambio en las sociedades mundiales ha provocado una renovación de consciencias empresariales, haciendo de estas, partícipes en todos los ámbitos, se han vuelto parte de la familia de los colaboradores, en los árboles que dan vida a las grandes urbes, a colocar ese granito de arena que muchas veces hace falta.
¿Suena familiar? Claro, estamos hablando de un concepto que ha llegado para ayudar a las empresas a realizar estas labores de una manera organizada: Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
Lejos de convertir a las empresas en casas de beneficencia, la RSE busca que estas adopten una postura activa y responsable en torno al impacto de sus acciones, impactos ambientales, económicos y sociales; es hacer negocios basados en principios éticos y apegados a la ley reconociendo los intereses de los distintos grupos con los que se relaciona y buscando la preservación del medio ambiente y la sustentabilidad de las generaciones futuras.
La RSE es una visión de negocios que integra el respeto por las personas, los valores éticos, la comunidad y el medio ambiente con la gestión empresarial, independientemente de los bienes o servicios que esta ofrezca.
Las empresas tienen la responsabilidad de conocer el entorno en el que operan, deben de conocer en dónde están, qué hay, qué hace falta, en qué pueden ayudar, las leyes y reglamentos y todas las actividades relacionadas directa o indirectamente con la empresa.
Los principios que rigen a la RSE tienen su base en la norma internacional SA 8000, la cual es desarrollada por la Social Accountability International (SAI por sus siglas en inglés), que a su vez tiene su fundamento en la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Convención Internacional sobre los Derechos de los Niños de la ONU.
Ser una empresa socialmente responsable además de ayudar a la mejora del entorno, también trae grandes beneficios al interior de la misma:
La adopción de la RSE no siempre es fácil, implica fuerza de voluntad, liderazgo, romper paradigmas o ideas viejas, enfrentarse a la corrupción, conocer las leyes. Sin embargo el ser contar con RSE mejora las condiciones de vida de las comunidades a través de una ruta larga y permanente, una vez que se toma la decisión de ser responsable como empresa no hay vuelta atrás, consideren que una vez que las acciones son hechas, serán mayores los beneficios así como la percepción e imagen que darán al exterior. No es obligatorio convertirse de pronto en una sociedad responsable, sin embargo las cartas están sobre la mesa, las medidas a tomar y las decisiones ayudarán a transformar y convertir a las empresas en entes de cambio.