El estado de la economía mundial, con todos sus altibajos, ha demostrado ser un motivo de preocupación creciente en los últimos años. En un mundo que aún sufre las secuelas de la crisis financiera de 2008 (considerada por muchos economistas como una de las depresiones más graves desde 1930), las autoridades económicas, los líderes empresariales y los políticos están llamados a encontrar soluciones para superar la crisis imperante, reducir la incertidumbre, estimular la inversión y reactivar el crecimiento. En definitiva, restablecer la confianza.
La verdad es que la economía mundial está estancada. “El crecimiento es plano en las economías avanzadas y se ha desacelerado en muchas de las economías emergentes que han sido la locomotora mundial desde la crisis”, afirmó Ángel Gurría, Secretario General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). “Un crecimiento más lento de la productividad y el aumento de la desigualdad plantean nuevos retos. Se necesita de forma urgente una acción política global que garantice que salimos de este decepcionante camino de crecimiento e impulse nuestras economías a niveles que protejan el estándar de vida para todos”, añadió.
Es ahí donde las normas voluntarias pueden ayudar. De hecho, una serie de estudios recientes realizados por los miembros de ISO de Canadá, Francia y el Reino Unido, apunta a un vínculo directo entre el uso de normas y el crecimiento económico, la productividad laboral, la capacidad de exportar y muchos otros elementos.
Estudios recientes llevados a cabo en 2015 por miembros de ISO, como British Standards Institution (BSI), Standards Council of Canada (SCC) y el organismo de normalización nacional francés AFNOR, demostraron los efectos de las normas sobre las ventas, la exportación y la productividad en sus respectivas economías.
Las empresas que participan en el desarrollo de normas se beneficiaron de una ventaja económica.
*Para las empresas que participan en los comités de normalización.
Las normas son un pasaporte para la exportación.
Las normas han sido un factor importante para el crecimiento del PIB y para la productividad laboral.
A lo largo de los años, muchas encuestas y estudios como éste han demostrado claramente los beneficios económicos de la normalización en las economías nacionales y han reconocido su potencial para facilitar el comercio internacional, ayudando a derribar barreras al comercio.
Fuente: ISO Focus #118.