Gracias a la participación e interés de todos los sectores industriales, mercantiles, de servicio e incluso de gobierno por establecer un equilibrio entre el medio ambiente, sociedad y economía; se han contemplado nuevos y revolucionarios elementos para el desarrollo de este estándar, que tienen una muy buena estrategia de análisis de información, tomando en cuenta las necesidades globales para mejorar el medio ambiente, y teniendo presente en todo momento el desarrollo sostenible, la transparencia y la responsabilidad con el medio ambiente, así como todas las partes interesadas, además de la rendición de cuentas en un evolucionado contexto de legislaciones cada vez más estricto, también contando las presiones crecientes con relación a la contaminación del medio ambiente e impulsando a las organizaciones a prevenir y evitar el uso ineficiente de recursos, la gestión inapropiada de residuos, el cambio climático, la degradación de los ecosistemas y la pérdida de biodiversidad.
Esto ha conducido a que las organizaciones adopten un enfoque sistemático con relación a la gestión ambiental en la implementación de sus sistemas, cuyo objetivo es contribuir al «pilar ambiental» de la sostenibilidad.
El propósito principal de este estándar internacional es proporcionar a las organizaciones un marco de referencia para proteger el medio ambiente y responder a las condiciones ambientales cambiantes en equilibrio con las necesidades socioeconómicas mediante:
En esta edición se hace la propuesta a un nuevo modelo más participativo de todas los niveles dentro de la organización, tomando en cuenta a todos los responsables de áreas o procesos claves dentro de la organización y el desarrollo de los productos o servicios, en el que se involucra más a la Alta Dirección y se divide la responsabilidad (que en la versión anterior tenia al «Representante de la Dirección»), a través del Modelo PHVA:
Establecer los objetivos ambientales y los procesos necesarios para generar y proporcionar resultados de acuerdo con la política ambiental de la organización.
Implementar los procesos según lo planificado.
Hacer el seguimiento y medir los procesos, con respecto a la política ambiental, incluidos sus compromisos, objetivos ambientales y criterios operacionales, e informar sus resultados.
Emprender acciones para mejorar continuamente.
Buscando la integración de este estándar con el resto de los desarrollados por ISO, se ha empalmado con la estructura de alto nivel (HLS):
Finalmente es importante mencionar que está por concluir el tiempo de transición para actualizarse a la nueva versión de la norma; es decir las organizaciones certificadas tendrán hasta septiembre 2018 para realizar su transición.