No hay período mágico que evite la transmisión de bacterias. “Pero aunque sé que las bacterias pueden acumularse en menos de cinco segundos, seguiré comiendo alimentos que han caído al piso de mi cocina”. ¿Por qué? “Porque el piso de mi cocina no es tan sucio”. Pero nuestra métrica no debe ser si hay más de cero bacterias en el suelo, debe ser cuántas bacterias están en el piso comparadas con otras superficies del hogar. Y en ese sentido, hay tantos lugares en la casa que plantean más preocupación que con el suelo.
Tal vez nadie ha dedicado más tiempo a investigar la presencia de bacterias en superficies públicas que Charles Gerba, profesor de microbiología y ciencias ambientales en la Universidad de Arizona, y quien ha publicado muchos artículos sobre el tema. En 1998, Gerba y sus colegas investigaron hasta qué punto los productos de limpieza podrían reducir el número de bacterias coliformes en las superficies domésticas. Como parte de esa investigación, midieron varios lugares sin limpiar en la casa, donde encontraron que el piso de la cocina tenía en promedio alrededor de tres colonias de bacterias coliformes por pulgada cuadrada, así que hay algunos. Pero aquí está la cosa. Es más limpio que el mango del refrigerador que tiene alrededor de cinco, y el mostrador de la cocina alrededor de seis. Pasamos tanto tiempo preocupados por lo que la comida podría haber adquirido del piso, pero no nos preocupa tocar el refrigerador, ni poner comida en el mostrador (que es mucho más sucio).
Lo mismo ocurre en el baño. Muchos se preocupan por el asiento del escudado, pero está más limpio que todas las cosas de la cocina que mencionamos (con sólo 0.68 colonias por pulgada cuadrada). ¿Qué es más sucio en el baño? Casi todo. La manija tiene casi 35 colonias, el grifo del lavabo 16 y el mostrador alrededor de 2. Las cosas se ensucian cuando muchas manos las tocan sin pensarlo. Nos preocupamos por el piso y el asiento del escusado, por lo que los limpiamos más. No pensamos en la manija del refrigerador ni en la del lavabo.
Si llevamos está lógica más allá, hay cosas que manejamos mucho y en realidad nunca las limpiamos. Un estudio, por ejemplo, encontró que alrededor del 95% de los teléfonos móviles llevados por trabajadores del cuidado de la salud estaban contaminados con bacterias nosocomiales. Y de los contaminados con staph aureus, más de la mitad contenían bacterias resistentes a la meticilina.
Vemos a la gente pagar por comida todos los días y comerla sin preocuparse de que haya sido contaminada. Nosotros también lo hacemos. Y el dinero y las manos que la sostenían podían ser mucho más sucios que el suelo.
Hay tantos estudios por ahí mostrando que las cosas que tocamos todos los días son tan, tan sucias. Manijas de la bomba de gas, cajeros automáticos, botones, controles remotos, interruptores de luz, teclados de computadora, entre otros.
La cosa más sucia en tu cocina, por mucho, es probablemente la esponja que mantienes cerca del lavabo. La mayoría de las personas nunca la lavan o la desinfectan. Gerba encontró que tenían, en promedio, más de 20 millones de colonias por pulgada cuadrada. Y todo esto debe recordarte que siempre es una buena idea lavarse las manos antes de comer. El lavado de manos sigue siendo una de las mejores maneras de prevenir la enfermedad.
La gente reacciona a este tipo de noticias en una de dos maneras. Una, es volverse paranoica sobre todo. Tales personas empiezan a limpiar compulsivamente todo, a preocuparse por todo lo que tocan y a usar desinfectante de manos obsesivamente. Y la otra manera, es darse cuenta de que para la mayoría de nosotros, nuestro sistema inmunológico es bastante resistente. Es decir, todos hemos estado tocando ese material sucio durante mucho tiempo sin saberlo, y permaneciendo sanos. Los que siguen la ley de los cinco segundos definitivamente son parte de este grupo.
¿A qué lado te inclinas tú? Aunque de cualquier manera siempre es mejor hacer un juicio informado en los riesgos relativos, y no en un lapso de tiempo arbitrario en que una cosa ha estado tocando otra.
Artículo tomado de: The New York Times.