Desde el aceite de oliva que ha sido cortado con aceite más barato, la miel con infusión de antibióticos prohibidos, y el café molido contaminado con maíz y aserrín, los alimentos que comemos son muchas veces fraudulentos, y esto no sólo afecta tu cartera, sino también tu salud. Según la Iniciativa de Fraude Alimenticio