Antecedentes
¿Podemos confiar en los sistemas de seguridad alimentaria que se encuentran actualmente en el mercado, siendo estos sostenibles, trazables y conforme a las necesidades de los clientes?.
Muchos especialistas explican y comparten las nuevas necesidades que se avecinan en materia de alimentación, dado el crecimiento demográfico en los datos de proyección de las Naciones Unidas para el 2050 que pronostica que seremos 9,800 millones de personas y la presión para nuestros sistemas alimentarios también aumentará, trayendo consigo una revolución industrial de los alimentos, ya que la demanda de estos por lo menos se duplicará.
Los cambios en la ISO 22000 son una respuesta oportuna ante los desafíos globales de la seguridad alimentaria tanto para los seres humanos, como para los animales de granja, las cosechas de temporal y riesgo. Necesitamos sacar partido de las nuevas tecnologías – drones, inteligencia artificial, robótica – para alimentar al mundo de manera sostenible, confiable y asequible, además de proteger los recursos naturales del planeta.
¿ISO 22000 inspira confianza?
Una solución para inspirar confianza es la ISO 22000, Sistemas de gestión de la inocuidad de los alimentos – Requisitos para cualquier organización en la cadena alimentaria, que tiene como base el CODEX alimentarius. «Gracias al estatus del Codex y su referencia en la legislación nacional, ISO 22000:2018 ha mantenido un fuerte vínculo con las normas Codex, lo que permite a los gobiernos de todo el mundo hacer referencia a ISO 22000:2018 en las inspecciones oficiales y como requisitos nacionales».
¿Listos para gestionar los riesgos?
ISO 22000:2018 aplica la Estructura de Alto Nivel de ISO (HLS), común en algunas normas ISO actualizadas o publicadas recientemente. Algunos de los cambios en ISO 22000:2018 en comparación con la versión 2005 son inducidos por la Estructura de Alto Nivel común y algunos son específicos para la gestión de la seguridad alimentaria como el empleo del doble ciclo PHVA; uno para gestionar el sistema y otro dentro de él para el proceso que cubre simultáneamente los requerimientos del APPCC que se marcan en el CODEX, APPCC
Como concepto, el riesgo se utiliza de distintas formas y es muy importante que las empresas alimentarias distingan entre la ya conocida evaluación de
Cambios derivados de la adopción de la Estructura de Alto Nivel (HLS)
• Contexto de la organización y partes interesadas:
El Capítulo 4.1 «Cuestiones externas e internas», introduce nuevas cláusulas para la determinación y supervisión sistemática del contexto de la organización, y el Capítulo 4.2, «Necesidades y expectativas de las partes interesadas», introduce la exigencia para identificar y comprender los factores que pueden (potencialmente) afectar la capacidad del sistema de gestión para alcanzar los resultados deseados.
• Mayor énfasis en liderazgo y compromiso de la dirección:
El Capítulo 5.1 ahora incluye nuevas exigencias para comprometerse activamente y asumir la responsabilidad de la eficacia del sistema de gestión.
• Gestión de riesgos:
El Capítulo 6.1 exige que las empresas deben determinar, considerar y, en caso necesario, tomar medidas para abordar cualquier riesgo u oportunidad que pueda afectar (ya sea positiva o negativamente) la capacidad del sistema de gestión para obtener los resultados previstos.
• Un mayor énfasis en los objetivos como impulsores de las mejoras:
Estos cambios pueden encontrarse en el Capítulo 6.2 y 9.1 para la evaluación del desempeño.
• Ampliación de los requisitos relacionados con las comunicaciones:
El Capítulo 7.4 es ahora más prescriptivo con respecto a la «mecánica» de la comunicación, incluida la determinación de qué, cuándo y cómo comunicar.
• Requisitos menos estrictos para un manual de seguridad alimentaria:
El cambio se introduce en el Capítulo 7.5. Todavía se exige tener información documentada, misma que deberá controlarse para garantizar que esté adecuadamente protegida (ref. 7.5.3). Se ha suprimido el requisito explícito de disponer de un procedimiento documentado.
En conclusión, una creciente conciencia de lo que comemos, reflejada en un cambio en los hábitos de los consumidores y el auge de platos perfectamente montados en las plataformas sociales, apunta a una demanda creciente de alimentos naturales, sistemas de gestión confiables y empresas comprometidas con la calidad e inocuidad de los alimentos. La respuesta de una red mundial de proveedores de ingredientes y fabricantes alimentarios ha sido iniciar un interesante desafío para asegurar los abastos, comprender el mercado, cuestionar lo que se determina hoy en día como saludable, orgánico, natural, entre otros. Y qué mejor con un sistema ISO 22000:2018 que brinde confianza a todas las partes interesadas en el contexto de las organizaciones.