Artículo tomado de: FDA For Consumers
Ya sea si estás en tus sesentas o comenzando la década de los noventa, debes tener cuidado al tomar medicamentos recetados o de venta libre, preparaciones herbales y suplementos. O bien, si cuentas con seres queridos de la tercera edad, ayúdalos a permanecer sanos y seguros también.
¿Por qué la preocupación especial?
Mientras eres mayor, es más probable el consumo de medicamentos adicionales que pueden incrementar la posibilidad de efectos dañinos. De la misma manera, mientras envejeces, tu cuerpo pasa a través de cambios físicos que pueden afectar la manera en que los medicamentos son asimilados, llevando a veces, a posibles complicaciones. Por ejemplo, el hígado y los riñones pueden no funcionar tan bien, lo cual afecta cómo el medicamento se descompone y es eliminado del cuerpo.
“No hay duda de que la psicología cambia mientras envejecemos. Muchas condiciones médicas crónicas ni siquiera aparecen hasta nuestros años finales”, explicó Sandra L. Kweder, médica oficial de la FDA (Food and Drug Administration). “No es que las personas se caigan a pedazos, simplemente algunos cambios son parte del proceso normal de envejecimiento”.
A continuación algunos importantes tips para tu seguridad:
1. Tomar medicamentos según la receta (con entrada de su proveedor de atención médica)
Toma la medicina regularmente de acuerdo con las instrucciones de tu médico. No tomes nada de prescripción que no te hayan mandado a ti específicamente. No te saltes ninguna dosis o dejes de tomar el medicamento sin consultar a tu doctor (aunque te sientas mejor o creas que la medicina no está funcionando). Y si tienes algún efecto secundario que te esté molestando o tienes alguna duda, habla con tu médico.
“Un medicamento no funciona a menos que lo tomes”, dijo Kweder. “Por ejemplo, las medicinas que tratan condiciones crónicas como la presión arterial alta y la diabetes, normalmente sólo funcionan cuando las tomas de manera regular como se específica. Tienes que tomarlas continuamente para mantener un control sobre la condición”.
La dosificación de médicamente se basa en ensayos clínicos que son revisados por la FDA. “Cada medicina es diferente y es dosificada de acuerdo a lo que se está tratando”, aseguró Kweder, lo cual es la razón por la que no debes auto seleccionar una dosis para ti mismo.
2. Crea una lista de medicamentos
Escribe todas las medicinas que estés tomando y mantén la lista contigo en todo momento. Asegúrate de que la lista esté actualizada y que incluya cualquier cambio hecho por tu médico. Considera darle una copia a algún familiar o amigo por cualquier emergencia y para cuando viajes. En la lista debe incluirse el nombre y marca del medicamento, el por qué lo estás tomando, en qué dosis (por ejemplo 300mg) y qué tan seguido (por ejemplo cada 8 horas).
3. Sé consiente de los posibles efectos secundarios e interacciones entre medicamentos
Las interacciones pueden ocurrir cuando:
- Un medicamento afecta cómo trabaja otro.
- Alguna condición médica que tengas hace que cierta medicina te caiga mal.
- Una preparación herbal o suplemento afecta la acción del medicamento.
- Algún alimento o bebida no alcohólica reacciona con cierta medicina.
- Una bebida alcohólica interactúa con un medicamento.
¿Tu tarea? Aprender sobre las posibles interacciones y efectos secundarios de tus medicamentos. Puedes hacer esto al informarte bien con tu médico, al leer cuidadosamente las etiquetas de los medicamentos de venta libre y la información que viene con las recetadas. Por ejemplo, algunas medicinas no deben ser tomadas con alcohol porque pueden provocar falta de coordinación y problemas de memoria.
4. Revisa los medicamentos con tu doctor
Idealmente, debes discutir las medicinas de prescripción, de venta libre y los suplementos alimenticios que tomas con tu doctor en cada visita. Hazlo para confirmar si aún son necesarias y si los suplementos son apropiados. Si no es posible revisar los medicamentos cada visita, agenda aunque sea una revisión al año. Si cierto medicamento está fuera del alcance de tu presupuesto, pregunta a tu médico si hay uno más accesible que también sea efectivo. Todas estas revisiones pueden evitar interacciones no deseadas entre medicinas, disminuir el riesgo de sufrir efectos secundarios y reducir costos.
A veces, especialmente cuando cuentas con muchos médicos o proveedores, ciertas preguntas pueden surgir, pero no existe pregunta tonta cuando se trata de la ingesta de medicamentos.
“Como sociedad, nos hemos convertido en dependientes de productos farmacéuticos para ayudar a alcanzar una vida más larga y de mayor calidad. Es un verdadero éxito la medicina occidental”, añadió Kweder. “El objetivo debe ser tener este beneficio accesible, pero entender que el consumo se debe de respetar y de tratar con responsabilidad”.
Este artículo aparece en la página de actualizaciones para el consumidor de la FDA, que cuenta con lo último en todos los productos regulados por la FDA.