La gestión de proveedores es un proceso fundamental dentro de las organizaciones ya que nos permite elegir adecuadamente a las empresas que suministrarán bienes o servicios de la mejor calidad al mejor precio.

Para que la gestión de proveedores sea efectiva, se debe definir una estrategia en la que se identifiquen las necesidades de la organización, se deben conocer los contratos existentes y las condiciones de cada uno, renovando o terminando aquellos que sean necesarios, se debe mantener una actualización constante de la base de datos de los proveedores y, sobre todo, se debe evaluar con regularidad el servicio obtenido.

El objetivo principal al considerar una gestión de proveedores es crear una relación de confianza, en la que se obtengan las mejores ofertas a menor costo, sin embargo, existen otros beneficios, como mantener relaciones a largo plazo y evitar una rotación de proveedores, evitar factores de riesgo con proveedores nuevos y que desconocen las necesidades de la organización.

A pesar de siempre contar con una opción principal para la obtención de un servicio o producto, es importante tener un respaldo de proveedores para evitar ser atados a una negociación con poco margen de maniobra.

Para poder identificar al mejor proveedor, toma en cuenta las siguientes consideraciones:

1.-Conocimiento del producto:

Atributos, existencia en stock, necesidades de material, equipos u otros servicios.

2.- Análisis de los proveedores:

Recopilación de información, relaciones con otras empresas, referencias, capacidad para cumplir con los requerimientos.

3.- Selección y evaluación:

Definición de criterios a evaluar, clasificación, ofertas y análisis competitivos.

4.- Seguimiento y actualización:

Tener un control activo que mida los aspectos cualitativos y cuantitativos del servicio/producto obtenido, tiempos de entrega, incidencias, rendimientos, etc.

Una correcta selección de proveedores no solo ayudará en la parte económica de la organización, sino que ofrecerá la posibilidad de mejorar los procesos internos, optimizar la calidad de nuestros productos y ofrecer una mayor confianza a nuestros clientes.

En toda organización es indispensable la gestión de instalaciones para asegurar el funcionamiento óptimo de los inmuebles, infraestructuras y servicios asociados, en conjunto con las personas y los procesos de trabajo.

El Facility Management, como también se le conoce, tiene como responsabilidad la administración, operación y mantenimiento de todos los activos de la organización, influyendo así en su costo y tiempo de vida, además de la facilidad de uso.

Es por esto, que el comité técnico ISO/TC 267 ha desarrollado la norma ISO 41001, que ayudará a las empresas a establecer un enfoque común y un conjunto de procesos que pueden ser referidos alrededor del mundo. Se basa en las mejores prácticas internacionales para desarrollar e impulsar un régimen efectivo, estratégico, táctico y operacional.

ISO 41001:2018 especifica los requisitos para un sistema de gestión de instalaciones cuando una organización:

a) necesita demostrar una entrega eficaz y eficiente de FM que apoye los objetivos de la organización de la demanda;
b) tiene como objetivo satisfacer consistentemente las necesidades de las partes interesadas y los requisitos aplicables;
c) pretende ser sostenible en un entorno globalmente competitivo.

De igual forma, los beneficios de implementar un estándar de sistema integrado para gestión de instalaciones incluyen:

• Mejorar la productividad, seguridad, salud y el bienestar de la mano de obra.
• Mejorar la eficiencia y la eficacia de la operación, influyendo en beneficios económicos.
• Mejorar la consistencia del servicio.
• Proporcionar una plataforma general para todo tipo de organizaciones.

La gestión de instalaciones afecta la salud, el bienestar y la calidad de vida de gran parte de las sociedades y la población del mundo a través de los servicios que administra y brinda.

Los requisitos especificados en ISO 41001:2018 están destinados a ser aplicables a todas las organizaciones, o partes de ellas, ya sean del sector público o privado, e independientemente del tipo, tamaño y naturaleza de la organización o ubicación geográfica.

La Organización Internacional de Normalización presentó los resultados de la encuesta “ISO Survey”, una investigación anual para recabar el número de certificados en sistemas de gestión, válidos alrededor del mundo.

Para recolectar la información, ISO se contacta con organismos de certificación acreditados por miembros del Foro Internacional de Acreditación (IAF). En los resultados presentados, destaca el aumento de certificados a comparación del año 2019, a pesar del brote de la pandemia de COVID-19. 

Conoce los datos más relevantes a continuación.

*Para conocer los resultados completos, visita la página oficial de ISO.

La realización de un evento no importa su tipo o tamaño, implica el uso de recursos, el impacto a la sociedad y el medio ambiente, por lo que la Organización Internacional de Normalización desarrolló la norma ISO 20121:2012 – Sistemas de gestión de sostenibilidad de eventos – Requisitos con orientación para su uso, para promover un consumo responsable y aliviar la presión en infraestructura y servicios públicos locales.

ISO 20121 aborda todas las etapas de un evento, desde el diseño, planificación, desarrollo y ejecución, incluyendo pautas de seguimiento y medición a lo largo de su cadena de suministro, adaptándose a diversas condiciones geográficas, culturales y sociales.

Este estándar no debe verse como una lista de verificación, un marco de reporte o un método para evaluar el desempeño de la sostenibilidad de un evento, sino como un modelo para el sistema de gestión.

La norma es aplicable a cualquier organización que desee:
– Establecer, implementar, mantener y mejorar un sistema de gestión de sostenibilidad de eventos.
– Asegurarse de que está en conformidad con su política de desarrollo sostenible declarada.

Se puede demostrar conformidad voluntaria de esta norma mediante la autodeterminación y autodeclaración (primera parte), confirmación de conformidad por partes que tienen un interés en la organización, como clientes, o por otras personas en su nombre (segunda parte), o una certificación independiente completa del sistema de gestión por una tercera parte.

Sin duda, la reactivación de eventos masivos tras dos años de pandemia dará pie a que las instituciones organizadoras de eventos se vean en la necesidad de crear y desarrollar planes que funcionen con la nueva normalidad, las medidas de salud y sigan la línea del cuidado ambiental.